jueves, 20 de diciembre de 2012

"Y el Verbo se Hizo Carne"

Y es que, no puedo leer las noticias de España... Pero bajo este título tan contundente está el recuerdo que me ha venido al leer la noticia de marras.

¿Nunca os habéis propuesto a crear vuestro propio juego de rol? Yo si, muchas veces. Pero eso me recuerda a la vez que, estando con mis amigos del Norte, bebiendo en mi casa, como de costumbre. A uno de ellos se le ocurrió la brillante idea de crear y comercializar un juego. "Mesías" o algo así quería llamarlo. Y es que la mezcla de alcohol y el brainstorming en mi grupo de amigos siempre ha sido una buena (o mala, según se mire) mezcla. El juego, creo recordar, iba sobre crearte un mesías de tu dios particular y formar un rebaño de adoradores y apóstoles; todo con tiradas de dados "d4" (todo muy simbólico). Todo era muy hilarante, nos reímos mucho. Como juego de rol no daba para mucho, pero ¡eh!, he visto juegos de tablero con un argumento mucho más apestoso; quizás con un enfoque diferente...

¡Más Alcohol, estamos creando!

Porque claro, todos somos unos angelitos y nunca hemos tenido ese día en el que nos hemos levantado valientes y con ganas de cambiar el mundo a tu alrededor; vamos, hacer que cada día cuente. Y ese día, decides que, para dejar huella, en lugar de jugar a rol lanzando dados, establezcas los niveles de dificultad con chupitos y como nota de originalidad añadas "el vaso de castigo", en el que mezclas lo primero que se te pase por la cabeza y lo utilizas a modo de comodín. Porque tú lo vales.

Nunca he visto a un grupo de jugadores más entregado a realizar las más difíciles tareas en pos de la aventura.

Tampoco he visto una partida durar tan poco... bueno, sí.

¡Cállate Máster, no nos Dejas Jugar!

Y es que hay ocasiones en las que tus jugadores están tan entusiasmados con la partida, con su personaje, con la compañía... que directamente deciden que la partida esta yendo demasiado bien como para que nadie, NADIE, ni tan siquiera el máster tenga derecho a joderla. Incluso me ha llegado a pasar, que la linea argumental que el jugador se monta por si solo es tan buena que he estado tentado a sentarme al otro lado de la pantalla en más de una ocasión para que me la siguiera narrando. Y lo que es peor, cualquier intento de interrumpir, más que nada para poder narrar lo que uno tenía pensado y tal... cualquiera, terminaba en abucheos. Qué "jodíos"...

Porque hablando de másters... bueno, esto lo dejo para otra ocasión.